jueves, 10 de octubre de 2013

Vestido Romántico 1830


Bueno, pues aquí podéis ver el resultado de todos estos meses de trabajo. Se trata de un traje de dos piezas al estilo de la década de 1830, en pleno Romanticismo. No hay mucho que comentar sobre este traje, pues ni siquiera en España variaba demasiado del prototipo europeo: mangas gigot, escote con jaretas y caído en los hombros, cinturón sobre el cuerpo ceñido y falda acampanada que deja los tobillos al descubierto. 

Para ello usé una tela de raso de color chocolate que estaba de liquidación, a 5 euros el metro. Gasté 8 en total (sólo una manga ya ocupa uno...). Un abanico pintado por mi, un bonnet de paja, también hecho por mí, unas manoletinas de punta ligeramente achatada, unos postizos que también hice yo con pelo sintético y por supuesto el retrato en miniatura de mi pareja completaron mi look Romántico. 

El acontecimiento en cuestión fue la reunión anual del Club Fin de Siglo, al cual pertenezco. Primero hicimos una sesión de fotos en los jardines de Monforte y después fuimos a comer a la barraca de Toni Montoliu, para disfrutar de un ambiente tradicional valenciano, donde cambié mi sombrero por la mantilla española, y continuamos haciendo fotos y vídeos de nuestros paseos por la huerta valenciana. 

Una jornada para no olvidar :)





Mis aliados









                               


miércoles, 18 de septiembre de 2013

Caraco de indiana terminado...

Acabo de darme cuenta de que llevo cuatro meses sin postear... Cuatro largos meses que se me han pasado de un plumazo, y que podría parecer que han sido una pausa en mi trabajo pero que en realidad han sido todo lo contrario. Este verano me he dedicado a confeccionar un nuevo traje que ya os mostraré el mes que viene, cuando esté completamente terminado y lo estrene :)

Aparte de este nuevo traje, quise terminar el caraco o casaquilla de indiana, que lo dejé abandonado porque otros proyectos comenzaron a requerir más atención por cuestión de fechas. La verdad es que tenía ganas de estrenarlo, pues es mi primer traje del siglo XVIII hecho totalmente por mí, y además necesitaba algo más "casual" para los eventos de día o campestres. Además esta pieza tiene la ventaja de que es muy básica y muy versátil, y puede hacer papel para prácticamente cuatro décadas, desde mediados de siglo hasta la década de 1780, dependiendo de cómo lo combines. 

En este caso quise ir al estilo de los 1780s, porque también tenía muchísimas ganas de estrenar mi peluca de erizo, que tengo desde hace varios años en el armario y no había tenido ocasión de lucir. Pensé como toque final adornar la casaquilla con un lazo en el pecho y ribetes en el escote y mangas, pero después de probármelo creo que me gusta más sin ribetes, pues así queda una prenda sencilla y elegante sin excesos.  

Lo combiné con una falda de raso marrón y un cinturón a juego, partes, por cierto, del traje del que os hablaba, y que pensé que combinaban a la perfección. Para la ocasión elegí un tricornio de paja adornado con un puñado de flores silvestres y un fichú que me prestó mi amiga, complementando el look campesino georgiano. 

El evento para el cual me vestí con este conjunto fue una Tea Party en mi ciudad organizada por una comunidad de Lolitas, "Lolita in Wonderland". 

Estas son algunas de las imágenes que me tomaron:




miércoles, 22 de mayo de 2013

Vestido (Cotardía) Borgoñón s. XV

A apenas una semana de la recreación histórica del castillo de Belmonte, decidí que además de hacerle a mi novio el sayo y el gorro, yo le iba a acompañar. Pero para eso tenía que hacer un traje. 

Fue un gran reto para mí, pues nunca antes había recreado la Edad Media y además no es un período que me interese especialmente, pero dado que se trataba del siglo XV que, dentro de todo es el que más me gusta, me dieron muchas ganas de embarcarme en esta aventura. 

Busqué modelos de la época y como siempre me habían gustado los vestidos del estilo Borgoñón, tan vistos en los cuentos clásicos, con su hennin (cucurucho) enorme y sus velos, me decidí por ese estilo. También porque al tener apenas 5 días para hacerlo, debía buscar una solución sencilla y huir de abotonaduras y cordones. 

Algunas imágenes en las que me inspiré, aunque la primera es algo más antigua:





Un lunes me puse manos a la obra con el tocado, un hennin truncado con detalle frontal de cinta en forma de "U" y una banda ancha que lo cubre, colgando a los lados. Preparé los patrones a partir de un manual histórico, al igual que los de la cotardía. 

No estoy segura de si la "U" es un adorno o es algo funcional, a mí me resulta muy útil para tirar del tocado cuando se me cae para atrás y colocarlo en su sitio, y al mismo tiempo me parece un efecto muy bonito el contraste con la tez blanca. 



El hennin truncado era más común, mientras que el acabado en punta (el típico cucurucho) es más propio de la corte. A mí me gustan mucho los dos. Cuando recreo me gusta más ponerme el truncado, pero cuando hago alguna actividad con niños me pongo el "cucurucho de hada madrina" porque les impresiona más. 

Ahora el vestido...

El martes me acerqué al mercadillo sin tener idea de qué tela buscar, ni siquiera con un color en mente. Vi una preciosa tela azul tipo terciopelo labrado con motivos geométricos y dije: ¡ésta! Están más vistos los brocados que los dibujos geométricos, pero aún así me arriesgué...




Sadam comprobando la calidad del hilo
Ya tengo algunos trajes azules, pero el azul Prusia es un color que me enamora por su intensidad y elegancia. Esta tela es muy tupida y de buena calidad. Sorprendentemente, me costó 3 euros el metro, así que todo el vestido me salió por 15 euros, sin contar con los contrastes en negro para los que usé retales que tenía en casa (sí, los sobrantes de las Faldas de Carácter). En principio la idea no era usar tela negra para los contrastes sino pelo, pero esa sustitución queda pendiente hasta que me haga con un buen trozo de piel que sea sintética y bonita. 






El miércoles me puse con ello, y el jueves de madrugada lo acabé. Al día siguiente ya estábamos de camino a Belmonte :)







Sayo s. XV

Este sayo lo hice para mi novio apenas unos días antes de tener que ir a una recreación histórica del siglo XV. Un sayo sencillo, sin mangas y de cuello rectangular, que me costó hacerlo una tarde y 4 euros de tela. 


¡Queda bien en mi maniquí!

En la recreación histórica

lunes, 20 de mayo de 2013

Caraco de Indiana (I)

Hace mucho tiempo que andaba buscando indianas para hacerme un vestido, pero las que encontré por internet no me acababan de convencer y las de las tiendas de indumentaria valenciana están a precio de brocado de seda... Así que pensé: bueno, mi búsqueda acaba aquí. Si algún día la encuentro sin buscarla, bienvenida sea. 

Y así fue. En el mercadillo encontré un par de retales de indiana, que aunque no se tratan de tela estampada sino de tejido de tapicería, me gustó bastante el dibujo y la gama de colores, así que barajé la posibilidad de hacer algo con ellos. Eran rectangulares y había una ligera variación de color entre ellos dos, pero uniéndolos salía por lo menos para un caraco o casaquilla, y como los dos costaban 5 euros, les di una oportunidad. 




Aún no había hecho nada del XVIII desde cero, así que este es el primer traje. Tuve que modificar el patrón original, que no se ajustaba a mi talle, con una primera prueba en retorta. No tiene mucho misterio, lo que he hecho hasta ahora ha sido simplemente la base, y coser los corchetes para cerrar el cuerpo. Aún queda por añadir los adornos y el forro, en caso de que decida ponerlo. 



Me lo he probado con una falda de esas "todoterreno" hechas con urgencia, y me sorprendió ver que combinaba bien, así que de momento aplazo la confección de la falda de color chocolate que tenía pensada para el conjunto. Tras experimentar con diversos tipos de volumen (ya que parece ser que el faldón de las casaquillas está pensado para uno muy concreto) me quedé con el tontillo, que es con el que mejor se acopla. 

Sin volumen (izquierda) y con relleno tipo "bum roll" (derecha)
Con tontillo (Perdón por la mala calidad de las fotos)

martes, 30 de abril de 2013

Misión: Almansa 1707 (II)

Bueno, ¡pues ya he vuelto de Almansa! Y después de tener los días más estresantes de mi vida cosiendo a contrarreloj, conseguí mi objetivo que era terminar más o menos todo el conjunto. 

Considero que el vestido antiguo ha ganado muchísimo después de las modificaciones, aunque como ya dije, no voy a intervenirlo más porque tiene como 100 años de antigüedad. El cuerpo sigue separado de la falda, pero le he añadido lazos al falso peto para tapar la tela estropeada y manchada con los años. La pasamanería no es muy histórica y el cuerpo sigue siendo muy corto para la época, pero aún así, sigue siendo mi vestido predilecto. Simplemente adoro su tela y sus colores :)


El fontange también ha quedado mejor de lo que esperaba, a pesar de haberlo improvisado con cosas que tenía por casa. No está almidonado, usé dos varillas de madera como soporte, y las encajaba ligeramente entre el moño y la cabeza de manera que quedaba todo el fontange bien sujeto y firme, no se movió en ningún momento (no hizo falta aplanarme la cabeza como les hacían a las niñas en Francia para darle estabilidad ;))


El look lo completé haciéndome unas "kiss curls" en la frente, poniéndome una mouche de terciopelo en la mejilla y un broche con el emblema de los Austrias. 


Algunas imágenes del vestido por detrás...



miércoles, 17 de abril de 2013

Faldas de Carácter

Bueno, en este caso no es un trabajo de recreación histórica, pero lo añado a mi lista de creaciones porque lo mío me ha costado. Se trata de dos faldas de Carácter (modalidad que se estudia en ballet, que engloba básicamente danzas folclóricas o tradicionales de los países del Este, que también fueron llevadas a la Corte). Como este año nos examinamos, necesitábamos el uniforme pero para ahorrar un poquito decidí hacer las faldas en vez de comprarlas. La tela que compré tiene mucho cuerpo y la falda queda bastante pesada, pero eso le da calidad :)

Sadam ayudando a colocar las cintas

Es una falda de capa entera, por lo que el patrón es bastante sencillo pero muy engorroso a la hora de coser por sus grandes dimensiones. Ya que me ponía, opté por hacerle cinturilla con cierre de botón y cremallera, en vez de goma elástica, para que se adapte mejor a nuestra cintura y quede más aseado. Por último, las obligatorias cintas de raso de colores. Nuestro maillot será de color lila, así que escogí 3 tonos de rosas y morados para combinar y este es el resultado. 

Resultado final

miércoles, 27 de marzo de 2013

Misión: Almansa 1707 (I)

Este año voy a asistir a un evento que personalmente me gusta mucho, la recreación de la batalla de Almansa. Es una de las pocas recreaciones del siglo XVIII (que yo conozca, la única) que se hacen en España, y esa es quizás la razón por la que me gusta tanto. ¡Porque yo soy de todas las épocas, pero ante todo soy dieciochesca!

En 2011 asistí a este evento y esa fue mi "primera vez" en las recreaciones, gracias a mi amiga Pepa que tan amablemente me invitó a acompañarla. Por aquel entonces ni siquiera se me había ocurrido hacerme un traje, por lo que recurrí a lo fácil: anuncios de segunda mano. Por experiencia todas sabemos que es una de las peores opciones, si no la peor, a la que podemos recurrir a la hora de pensar en una recreación histórica. Primera, porque la mayoría son "disfraces" que están hechos sin documentación, lo que lleva a errores garrafales en su confección, y segundo, porque a distancia es difícil acertar nuestra talla. 

Yo tuve suerte con la talla, pero no en lo otro. Aunque pagué un buen precio (30 euros) por un vestido antiguo de teatro, probablemente de principios del siglo XX, cuenta con infinidad de trampas en su confección, por no hablar de lo degradado y manchado que está el material. La intención era recrear una bata francesa, pero quizás con el fin de amenizar el frenético cambio de vestuario entre bambalinas, se hizo el cuerpo de una pieza, cerrado por detrás, simulando el peto superpuesto, y la falda aparte, que es una única falda abierta con una porción de encajes blancos cosido en medio, simulando la falda de debajo. Por tanto no es un vestido que se diga "purista", está muy lejos de ser aceptable pero a falta de tiempo para hacer uno auténtico, he decidido apañarme con este. 


El vestido antiguo, antes de ser reformado

Tenemos que recrear la moda de principios del XVIII, esto es, un mantua (así se llama el vestido de esta época) y un peinado tipo "fontange". 

En esta ocasión mantendré el corpiño tal cual, pero modificar la falda ha sido necesario para poderla llevar al estilo de la época, esto es, recogida por detrás. Así que, aunque duele (y mucho) cortar un vestido antiguo, "extraje" el trozo de tela que simulaba la falda de abajo para poder usar una entera en su lugar, y recoger la sobrefalda por detrás. 

El siguiente paso era conseguir una falda adecuada. Me vais a perdonar, pero estoy haciendo muchas cosas a la vez y no me da tiempo a hacer una desde cero, así que he salido en busca de más soluciones en forma de reciclaje. Y he tenido suerte, porque he encontrado la falda perfecta para mi vestido y os vais a sorprender cuando os diga que proviene de un traje de andaluza. 




20 euros me costó el traje, muy bonito a mi parecer, y de estilo muy tradicional. La falda, excepto por la cinturilla, estaba hecha de la misma manera que en 1700, y además estaba adornada con cintas de color granate como la pasamanería de mi vestido, así que no lo dudé. Aquí podéis ver una prueba, aunque todavía hay muchas cosas por retocar. 

El fontange también está en proceso. 







sábado, 16 de marzo de 2013

Habit dégagé (II)


Después de tres meses (aunque tengo que decir que he estado con varios proyectos a la vez) ya está casi acabado. La mayor parte de costuras están cosidas a máquina, aunque las más vistosas las estoy cosiendo a mano y poco a poco tengo la intención de ir sustituyéndolas. Las mangas están por arreglar, pues sobran bastante de ancho. Pero básicamente, sólo faltan los puños, las solapas de los bolsillos y los botones. Tengo intención de forrarlo por dentro aunque no es estrictamente necesario... 

jueves, 14 de marzo de 2013

Habit dégagé, 1790s (I)

Este es uno de los proyectos más ambiciosos en los que estoy trabajando, aunque en esta ocasión no es para mi sino para mi novio, que también es recreador. 

Se trata de un "Habit dégagé", basado en un patrón original de 1792, pero cuyo estilo se mantuvo hasta bien entrado el siglo XIX. Podríamos decir que es una prenda básica en el vestidor del caballero del período Regencia. 


A litl helpz is needed


La escogida fue una tela de cortina/decoración, con mucho cuerpo, de mezcla de algodón con un toque satinado. La relación calidad/precio es considerable, pues el metro salió a 4 euros y tiene más de 2 metros de ancho. 



Para tratarse de un patrón histórico, han sido pocas cosas las que he tenido que modificar, porque prácticamente le queda como un guante al "modelo". Hasta este punto, el único problema con el que me he encontrado ha sido en los pliegues del faldón, que al no tener en mi mano instrucciones sobre el patrón, no he conseguido encajarlos. Al final esa parte me la he inventado, pero creo que el resultado es bueno puesto que no ha perjudicado al conjunto en su forma o caída.