miércoles, 27 de marzo de 2013

Misión: Almansa 1707 (I)

Este año voy a asistir a un evento que personalmente me gusta mucho, la recreación de la batalla de Almansa. Es una de las pocas recreaciones del siglo XVIII (que yo conozca, la única) que se hacen en España, y esa es quizás la razón por la que me gusta tanto. ¡Porque yo soy de todas las épocas, pero ante todo soy dieciochesca!

En 2011 asistí a este evento y esa fue mi "primera vez" en las recreaciones, gracias a mi amiga Pepa que tan amablemente me invitó a acompañarla. Por aquel entonces ni siquiera se me había ocurrido hacerme un traje, por lo que recurrí a lo fácil: anuncios de segunda mano. Por experiencia todas sabemos que es una de las peores opciones, si no la peor, a la que podemos recurrir a la hora de pensar en una recreación histórica. Primera, porque la mayoría son "disfraces" que están hechos sin documentación, lo que lleva a errores garrafales en su confección, y segundo, porque a distancia es difícil acertar nuestra talla. 

Yo tuve suerte con la talla, pero no en lo otro. Aunque pagué un buen precio (30 euros) por un vestido antiguo de teatro, probablemente de principios del siglo XX, cuenta con infinidad de trampas en su confección, por no hablar de lo degradado y manchado que está el material. La intención era recrear una bata francesa, pero quizás con el fin de amenizar el frenético cambio de vestuario entre bambalinas, se hizo el cuerpo de una pieza, cerrado por detrás, simulando el peto superpuesto, y la falda aparte, que es una única falda abierta con una porción de encajes blancos cosido en medio, simulando la falda de debajo. Por tanto no es un vestido que se diga "purista", está muy lejos de ser aceptable pero a falta de tiempo para hacer uno auténtico, he decidido apañarme con este. 


El vestido antiguo, antes de ser reformado

Tenemos que recrear la moda de principios del XVIII, esto es, un mantua (así se llama el vestido de esta época) y un peinado tipo "fontange". 

En esta ocasión mantendré el corpiño tal cual, pero modificar la falda ha sido necesario para poderla llevar al estilo de la época, esto es, recogida por detrás. Así que, aunque duele (y mucho) cortar un vestido antiguo, "extraje" el trozo de tela que simulaba la falda de abajo para poder usar una entera en su lugar, y recoger la sobrefalda por detrás. 

El siguiente paso era conseguir una falda adecuada. Me vais a perdonar, pero estoy haciendo muchas cosas a la vez y no me da tiempo a hacer una desde cero, así que he salido en busca de más soluciones en forma de reciclaje. Y he tenido suerte, porque he encontrado la falda perfecta para mi vestido y os vais a sorprender cuando os diga que proviene de un traje de andaluza. 




20 euros me costó el traje, muy bonito a mi parecer, y de estilo muy tradicional. La falda, excepto por la cinturilla, estaba hecha de la misma manera que en 1700, y además estaba adornada con cintas de color granate como la pasamanería de mi vestido, así que no lo dudé. Aquí podéis ver una prueba, aunque todavía hay muchas cosas por retocar. 

El fontange también está en proceso. 







sábado, 16 de marzo de 2013

Habit dégagé (II)


Después de tres meses (aunque tengo que decir que he estado con varios proyectos a la vez) ya está casi acabado. La mayor parte de costuras están cosidas a máquina, aunque las más vistosas las estoy cosiendo a mano y poco a poco tengo la intención de ir sustituyéndolas. Las mangas están por arreglar, pues sobran bastante de ancho. Pero básicamente, sólo faltan los puños, las solapas de los bolsillos y los botones. Tengo intención de forrarlo por dentro aunque no es estrictamente necesario... 

jueves, 14 de marzo de 2013

Habit dégagé, 1790s (I)

Este es uno de los proyectos más ambiciosos en los que estoy trabajando, aunque en esta ocasión no es para mi sino para mi novio, que también es recreador. 

Se trata de un "Habit dégagé", basado en un patrón original de 1792, pero cuyo estilo se mantuvo hasta bien entrado el siglo XIX. Podríamos decir que es una prenda básica en el vestidor del caballero del período Regencia. 


A litl helpz is needed


La escogida fue una tela de cortina/decoración, con mucho cuerpo, de mezcla de algodón con un toque satinado. La relación calidad/precio es considerable, pues el metro salió a 4 euros y tiene más de 2 metros de ancho. 



Para tratarse de un patrón histórico, han sido pocas cosas las que he tenido que modificar, porque prácticamente le queda como un guante al "modelo". Hasta este punto, el único problema con el que me he encontrado ha sido en los pliegues del faldón, que al no tener en mi mano instrucciones sobre el patrón, no he conseguido encajarlos. Al final esa parte me la he inventado, pero creo que el resultado es bueno puesto que no ha perjudicado al conjunto en su forma o caída. 

Abanico siglo XVIII "Colonia nueva de San Felipe"



Hace tiempo me planteé pintar mi propio abanico de época. Conseguí un par de abanicos de madera con país de seda, y este es el primer modelo que estoy trabajando. Me costó mucho decidir el estilo, no sabía si decantarme por un motivo pastoral, neoclásico... 
Tras revisar decenas de ejemplares antiguos, al final opté por los motivos neoclásicos, basados en un modelo original de la época. Pero las escenas que busqué para el motivo central no me acababan de convencer, y además quería algo que hiciese de mi abanico un objeto muy personal y único. Así que tuve una idea: el paisaje representaría uno de los lugares en los que crecí, Játiva. 

Felipe V decidió cambiar el nombre de la ciudad por el de "Colonia nueva de San Felipe" en 1707, y dicho nombre se mantuvo durante todo el siglo XVIII, hasta que se recuperó el original en 1811. Así pues, he pintado el castillo de Játiva tal como se refleja en un grabado del siglo XVIII, y le he dado el nombre apropiado para la época. 

El trabajo de pintura ya está casi terminado, tras lo cual terminaré de decorarlo con lentejuelas de metal. 

Motivo central a contraluz

Casi terminado



lunes, 11 de marzo de 2013

Proyectos pasados: Corsé del s. XVIII

El proyecto del corsé nació de la necesidad de moldear el torso para el acoplamiento de los posteriores trajes que tengo pensado hacer, y para conseguir una silueta más rigurosa con la época (Hay algo peor que llevar un vestido del siglo XVIII con el pecho caído o pronunciado...?). 

Para ello usé el patrón de este modelo: 



Me fui de rebajas y encontré la tela perfecta, de tapicería, con un grosor espectacular y un color melocotón con brocado clásico. Compré 2 metros, a 7 euros cada uno. De entretela utilicé dos capas de una tela de retorta que encontré en el mercadillo a 1 o 2 euros. 



Una vez cortadas las piezas, cosí las acanaladuras para el varillaje, y una vez ensambladas metí las varillas. No encontré ballenas de corsetería tan estrechas para mi corsé, y además pensé que al ser flexibles no ofrecían tanta contención como yo quería, así que opté por lo más tradicional, las varillas de madera. Se que para los corpiños de valenciana se usan de mimbre o de olivo, pero en vez de buscar esas, se me ocurrió probar con las varillas de bambú que venden en los chinos para hacer brochetas. El inconventiente, el único, es que tienen una longitud muy limitada, y en los canales largos tuve que empalmarlas. Las ventajas, muchas. Me costaron 80 céntimos y aún me sobraron muchas. Ofrecen un cuerpo y una contención perfectas, aún cuando algunas no están completas. Y de momento, tiene dos usos y no se ha partido ni deformado ninguna. 
Durante el varillaje me encontré con un problema: El patrón delantero estaba partido por la mitad, y al meter las varillas horizontales del pecho en cada mitad, hacían pico en medio. Probé a quitárselas, y comprobé que no hacían ninguna falta, así que esos canales han quedado vacíos. Ya sólo quedaba rematarlo, cosiendo cinta de bies en todos los bordes para protegerlos. 


  
La última gran tortura fue el encordado. Creo que al final lleva 4 o 5 metros de cinta en la espalda, y aún así, no me cabe el corsé por la cabeza para ponérmelo yo sola sin soltar las cintas. En total, el corsé me ha salido por unos 20 euros. 


La verdad es que las fotos no le hacen justicia, están hechas antes de terminarlo y sin ceñirlo al máximo. 

Proyectos pasados: Vestido 1914

Este proyecto nació el año pasado, año en que se conmemora el centenario del Titanic. La SVA organizó un evento en su honor, un picnic en Madrid ambientado en 1912. Y allá que fuimos. 


1912 fue un año de transición en cuanto a modas, algunas damas todavía vestían al estilo eduardiano de principios de siglo mientras que las más modernas habían simplificado sus vestidos aproximándose más al gusto de la Primera Guerra Mundial. Como yo por entonces estaba siguiendo Downton Abbey en televisión y me encantaban los vestidos que llevaban, me decanté por la segunda opción: un modelo de alrededor de 1914. No tuve una idea clara de lo que quería hasta que no fui a la tienda y vi LA TELA. Una seda (nada barata, por cierto) de la India con motivos pintados a mano en dorado. La tela me encantó y además pensé que era una idea atractiva llevar algo exótico, que tan de moda estaba aquellos años. 



El patrón que usé fue trazado por mi, de corte recto, con un sencillo cuello añadido y un fajín atado a la cintura. Lo complementé con un sombrero de verano forrado y adornado con cosas que tenía por casa, y unos maravillosos zapatos de estilo eduardiano que encontré por ebay de color dorado viejo, que quedaban que ni pintados con el vestido. 

Proyectos pasados: Spencer/Pelisse

Siempre tengo muchos proyectos costuriles a largo plazo, pero me puse con la Spencer por necesidad cuando me enteré de que debía ir a un evento napoleónico en Burgos. Usé un patrón de 1801, con un talle muy alto y sin recogido bajo el pecho. Lo malo es que mi vestido (mi primer vestido hecho en casa y un poco malogrado) tiene el talle un poco más bajo y queda un poco extraño. Pero es lo que hay. 


Pensé desde el primer momento en terciopelo. Si no recuerdo mal, compré 2 metros de un terciopelo en color azul petróleo. En cuanto a la pasamanería, pensé en cordones, cierres y madroños negros. 
Mi madre me ayudó con el tema de forros y entretelas, pero en general no ha sido una pieza que me haya dado muchos quebraderos de cabeza, pues es bastante sencilla. Con un retal sobrante hice una boina y un ridículo a juego. 

Más tarde, dado que en Burgos a pesar de todo pasé mucho frío, pensé directamente en una pelisse (y con forro polar si podía ser xD). Pero no era el momento de grandes gastos, así que descarté la idea de comenzar una desde 0, a favor de una idea bastante más económica: transformar mi Spencer. De esta manera lo único que tendría que hacer era una falda abierta y acoplarla en la orilla de la Spencer, con unos automáticos, para que fuera de quita y pon y así usar Spencer o Pelisse según me convenga. 
Ya había pasado mucho tiempo desde que compré el terciopelo azul así que mi siguiente reto era encontrar el mismo para hacer la parte de la falda. Pero como ya sabéis, el terciopelo viene por remesas y los tintes varían, así que era imposible encontrar uno con la tonalidad exacta. Entonces el señor de la tienda tuvo una idea: "¿y por qué no lo haces en otro color, como por ejemplo, negro?" me dijo después de hacerme sacar y probarme la Spencer en medio de la tienda para admirarla. En ese momento me pareció una locura, pero lo probamos encima, y el caso es que me gustó. Además recordé que las españolas en el siglo XIX llevaban muchos contrastes de color. Así que me llevé el terciopelo negro, y aquí veis el resultado. 

Me gusta mucho la moda europea, pero cuando voy a una recreación de la guerra de Independencia española, me gusta ir vestida de española. Por eso me compré una cofia goyesca de color negro y le añadí un encaje. 



Proyectos pasados: Conjunto años 20



El año pasado tuve que vestirme de los años 20 para participar en el festival de danza de mi escuela. La temática era un viaje en barco en esa época, y en la escena que hacía yo teníamos que embarcar. Así que yo (con mi mente de recreadora) no pensaba ir vestida de Flapper con el típico traje de charlestón, si no con un traje de día y de viaje, que era lo propio. Mi profe me dejó un gorro y una maleta vieja, pero la ropa era cosa mía y disponía de pocos días... Entonces me vino a la mente una bata de señora que había comprado en el mercadillo semanas antes, con la extraña intuición de que algún día le sacaría partido. Y así fue. La bata, que es el típico vestido que llevan las abuelas por casa, no aparentaba otra cosa cuando la cogí del montón, pero me la probé y... voilà!! Conjunto años 20 por el módico precio de 1 euro.

Saludos...

Bueno, pues por fin he creado un blog.

Nunca me han gustado los blogs. Pero he pensado que, dado que estoy comenzando mis andanzas por el mundo de la Recreación Histórica con mis propias creaciones costuriles y la mayoría de mis compañeras tienen el suyo, sería una buena idea compartir nuestros proyectos, nuestros logros y nuestros ataques de histeria, y ayudarnos mutuamente a través de nuestras experiencias y nuestras opiniones. 

He de decir que yo no he estudiado costura ni diseño, y lo poco que se me lo ha enseñado mi madre, que también es autodidacta. Por otro lado, como indica el título de mi blog, tengo la intención de mostrar en este blog cómo se puede hacer ropa de recreación con un presupuesto relativamente bajo y cómo cazar gangas. Porque muchos recreadores estamos en paro.