Paso, pues, a explicar este modelo:
El brial es una falda de indumentaria regional reciclada. Estaba confeccionada de manera que las rayas quedaban verticales (que suele ser lo habitual de la segunda mitad del XVIII a hoy), pero como en el 1700 estaba de moda la disposición horizontal de las rayas en los briales, le di un giro, literalmente. Por desgracia han quedado "cicatrices" a consecuencia de las aperturas anteriores, pero conforme veo más y más trajes antiguos zurcidos y parcheados, esto cada vez me preocupa menos.
Primera prueba antes de ser modificada |
Así pues volví a escalar los patrones y con tela de algodón de color vainilla hice la segunda prueba. Esta vez acopla mucho mejor, aunque surgió otro problema secundario: las sisas, que siempre son tan justas, apenas dejan espacio para las voluptuosas mangas de la camisa barroca. Necesito ayuda para poder pasarlas por ellas al vestirme, y después noto que me degüellan bastante las axilas, así que para el próximo (y espero que definitivo) intento he de modificar las sisas. Pero con suerte, sólo quedará ese problema por solucionar.
Primera prueba después de las modificaciones: Cuerpo ajustado, pero mangas demasiado cortas y escote demasiado holgado. |
Todavía sin terminar... |
Este estilo siempre se me ha hecho adorable y poco recreado a pesar de que hay mucha Historia para recrear con él aunque, tal vez, muy localizada pues solo se dio en Francia y en España durante un periodo aun más breve que en Francia. En lo particular me asombran varias cosas que logras muy bien vistiéndolo y he de decirte que me gusta más el intento con el color del tafetán que con la tela de algodón color vainilla ya que yo relaciono más esta moda con las postrimerías del esplendor del Rey Sol. Pero eso, no significa mayor cosa ;) El ajuste de las listas del brial se me hace maravilloso, y si, querida Ana, las telas parchadas eran cosa de todos los días si tomamos en cuentas que muchas eran consideradas de lujo y solían heredarse. En fin...
ResponderEliminarGracias. A mí también me gusta más el color del tafetán, sin duda, tengo varios trajes en tonos marrones y cobres porque me encanta ese color y como bien dices queda muy apropiado. Además el color amarillo no me gusta nada. La idea que tenía era hacer una versión más "de día" y modesta para andar por las calles y el campo de batalla representando a una clase media y quitarme, entre otras cosas, la molestia de arrastrar la cola del vestido cortesano. No lo he mencionado pero la cola del vestido marrón acabó llena de agujeros por esta razón...
ResponderEliminarSi te creo. La cola es más de ceremonia y, como bien dices: cortesana, no para andar por un campo de batalla ;) En un libro de Norah Waugh hay un patrón de una Mantua de 1700 que supongo que es el que tú encontraste en Janet Arnold. No sé quién copió a quién, lo que si sé es que todo este movimiento de rescate de la moda histórica lo iniciaron los anglosajones hacia mediados del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial en concreto. En un principio la finalidad del rescate fue didáctica hasta que se traspoló al "hobbie" del recreacionismo de factura creciente :)
ResponderEliminarSi te creo. La cola es más de ceremonia y, como bien dices: cortesana, no para andar por un campo de batalla ;) En un libro de Norah Waugh hay un patrón de una Mantua de 1700 que supongo que es el que tú encontraste en Janet Arnold. No sé quién copió a quién, lo que si sé es que todo este movimiento de rescate de la moda histórica lo iniciaron los anglosajones hacia mediados del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial en concreto. En un principio la finalidad del rescate fue didáctica hasta que se traspoló al "hobbie" del recreacionismo de factura creciente :)
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