lunes, 11 de marzo de 2013

Proyectos pasados: Corsé del s. XVIII

El proyecto del corsé nació de la necesidad de moldear el torso para el acoplamiento de los posteriores trajes que tengo pensado hacer, y para conseguir una silueta más rigurosa con la época (Hay algo peor que llevar un vestido del siglo XVIII con el pecho caído o pronunciado...?). 

Para ello usé el patrón de este modelo: 



Me fui de rebajas y encontré la tela perfecta, de tapicería, con un grosor espectacular y un color melocotón con brocado clásico. Compré 2 metros, a 7 euros cada uno. De entretela utilicé dos capas de una tela de retorta que encontré en el mercadillo a 1 o 2 euros. 



Una vez cortadas las piezas, cosí las acanaladuras para el varillaje, y una vez ensambladas metí las varillas. No encontré ballenas de corsetería tan estrechas para mi corsé, y además pensé que al ser flexibles no ofrecían tanta contención como yo quería, así que opté por lo más tradicional, las varillas de madera. Se que para los corpiños de valenciana se usan de mimbre o de olivo, pero en vez de buscar esas, se me ocurrió probar con las varillas de bambú que venden en los chinos para hacer brochetas. El inconventiente, el único, es que tienen una longitud muy limitada, y en los canales largos tuve que empalmarlas. Las ventajas, muchas. Me costaron 80 céntimos y aún me sobraron muchas. Ofrecen un cuerpo y una contención perfectas, aún cuando algunas no están completas. Y de momento, tiene dos usos y no se ha partido ni deformado ninguna. 
Durante el varillaje me encontré con un problema: El patrón delantero estaba partido por la mitad, y al meter las varillas horizontales del pecho en cada mitad, hacían pico en medio. Probé a quitárselas, y comprobé que no hacían ninguna falta, así que esos canales han quedado vacíos. Ya sólo quedaba rematarlo, cosiendo cinta de bies en todos los bordes para protegerlos. 


  
La última gran tortura fue el encordado. Creo que al final lleva 4 o 5 metros de cinta en la espalda, y aún así, no me cabe el corsé por la cabeza para ponérmelo yo sola sin soltar las cintas. En total, el corsé me ha salido por unos 20 euros. 


La verdad es que las fotos no le hacen justicia, están hechas antes de terminarlo y sin ceñirlo al máximo. 

5 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! Muy buena idea lo de las varillas, y sabiendo lo que te han costado los materiales ¡dan ganas de ponerse a hacer uno! Me encanta que estés llevando el blog, así puedo ver mejor todas las cosas que estás haciendo :D

    ResponderEliminar
  2. Si, es que comenzaba a ser necesario xD

    ResponderEliminar
  3. Me admira que se atreviese con un corsé, yo los temo más que a un nublado, y todavía no he sido capaz de ponerme con uno. Y la admiro mucho más viendo el resultado. Yo diría que ha superado la prueba con una nota muy alta. Y ya cuando me deja muerta es con su ocurrencia de las ballenas y el buen resultado que le ha dado su solución. Habrá que tenerlo en cuenta para el futuro. Un buen truco que agradezco lo comparta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias. En realidad son cosas que no hubiesen sido extrañas en su época, considero mucho más acertado históricamente poner varillas de madera, aunque sean las de uso culinario, que ballenas de espiral o de plástico. No importa para qué uso estén fabricadas, la cuestión es que el material sea el adecuado :)

      Eliminar
  4. Hola! mi nombre es florencia, soy estudiante de Diseño de Indumentaria de la universidad de buenos aires y estamos haciendo un trabajo de investiagacion sobre el corse del siglo xviii. Queria preguntarte si nos podrias ayudar pasandonos el molde o patron de este modelo qe hiciste! es para hacer una exposicion y nos pidieorn un prototitpo, nos ayudarias muchisimo. Comunicate conmigo si qeres, te dejo mi mail florcroci@hotmail.com

    ResponderEliminar